lunes, 9 de agosto de 2010

Microorganismos en el agua

Para poder describir los microorganismos acuáticos, antes se debe determinar que es un ecosistema.

Un ecosistema es una unidad organizada en el espacio y el tiempo, formada por componentes bióticos y abióticos interrelacionados. La energía fluye y la materia circula a través de estos componentes. Toda la tierra puede ser concebida como un ecosistema único, la ecosfera. En algunos casos, los límites de los ecosistemas están naturalmente asociados a cambios bruscos en la fisonomía de la vegetación o del paisaje; en otros casos, los límites que se establecen para su estudio son relativamente arbitrarios.

Los ecosistemas se puede estudiar desde dos enfoques complementarios. Uno de ellos se centra en las relaciones interpoblacionales y en los cambios cuantitativos que afecta a los individuos, a las poblaciones y a las comunidades que los integran. El otro enfoque presume que estas interacciones existen y que tienen dos consecuencias: a) la energía fluye en una sola dirección: de los organismos autótrofos hacía los heterótrofos; y b) los materiales se mueven desde el medio abiótico, pasan a través de los cuerpos de los organismos vivos y regresan al medio abiótico.
Con esto podemos concluir que los microorganismos son esenciales, ya que por ejemplo las algas son autótrofas y son las bases de los niveles tróficos, que son importante para la vida.

En el agua habitan muchos microorganismos. Algunos de ellos pueden ser utilizados para depurar las aguas contaminadas, otros pueden ser patógenos. Normalmente estos microorganismos empeoran la calidad del agua e impiden que ésta sea potable. La gran cantidad de bacterias existentes en el agua habitualmente, hace necesaria la potabilización de ésta mediante distintas técnicas para que cuando llegue a nuestros grifos lo haga en un estado completamente puro.
Los microorganismos patógenos en el agua tienen unas características que los diferencian de los contaminantes químicos, por ejemplo, son organismos vivos que no se disuelven en el agua sino que coagulan o se anexan a substancias coloidales o sólidos en suspensión que están presentes en el agua y en todo el ambiente .

Los microorganismos patógenos en el agua se pueden dividir en tres categorías:
• bacteria
• virus
• protozoos

Las bacterias y virus se pueden encontrar tanto en las aguas subterráneas como en las aguas superficiales, mientras los protozoos son comunes de las aguas superficiales.

Bacteria

La bacteria es un organismo de una sola célula. Su forma puede ser esférica, espiral, etc. Pueden existir como organismos individuales, formando cadenas, grupos o pares, tríos... Las bacterias son una de las formas de vida más abundantes en la tierra. Tienen una longitud entre 0,4 y 14 μm y sobre 0,2 a 12 μm de ancho.

Consecuentemente sólo se pueden ver mediante microscopio. Las bacterias se reproducen mediante la multiplicación del ADN, y división en dos células independientes. En circunstancias normales este proceso dura entre 30 y 60 minutos.

Algunas bacterias pueden formar esporas. Estas esporas se caracterizan por presentar una capa protectora resistente al calor y que protege la bacteria de la falta de humedad y comida.
Las bacterias tienen un papel funcional ecológico específico. Por ejemplo, algunas realizan la degradación de la materia orgánica, otras integran su metabolismo con el de los seres humanos.

Si bien algunas bacterias son patógenas (causantes de diversas enfermedades), una gran parte de ellas son inocuas o incluso buenas para la salud.


Virus

Los virus son sistemas biológicos ultramicroscópicos (sólo se pueden observar con microscopio electrónico) que pueden causar infecciones y que sólo se reproducen en células huésped. Los virus fuera de células huésped están en forma inactiva. Los virus se caracterizan por presentar una capa protectora. Su forma puede ser espiral, esférica o como células pequeñas, de tamaño entre 0.02 y 0.009. Al tener un tamaño menor que las bacterias, pueden pasar filtros que permiten la retención de bacterias.

Al contrario que las bacterias y protozoarios parásitos, los virus contienen un solo tipo de ácido nucleico (ARN o ADN). No se pueden reproducir por si solas, sino que necesitan el metabolismo de la célula huésped para asegurar que el ADN se copia en la célula huésped, para su reproducción.

Al contrario que las bacterias, los virus no están presentes en el ser humano de manera natural. Cuando las personas quedan afectadas por un virus, estos generalmente se eliminan del cuerpo humano mediante secreciones.

No existen virus beneficiosos para la salud; todos son patógenos y no pueden eliminarse con antibióticos. Las infecciones virales sólo redimen erradicando los síntomas.

Protozoos parásitos

Los protozoos parásitos son organismos unicelulares. Estos se caracterizan por presentar un metabolismo complejo. Se alimentan a base de nutrientes sólidos, algas y bacterias presentes en organismos multicelulares, como los humanos y animales. Se encuentran frecuentemente en forma de quistes o huevos. Por ejemplo, los huevos de Cryptosporidium y quistes de Giardia son comunes en aguas afectadas por contaminación fecal. En forma de quistes los patógenos son resistentes a la desinfección por cloro. Los parásitos protozoos se eliminan mediante la filtración y aplicación de hipoclorito de sodio.

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